martes, 25 de junio de 2013

Cosas que no imaginabas sobre el café en el mundo


Una bebida que en el siglo XVII fue definida por sacerdotes católicos como un brebaje de Satanás y por la que se castigaba, en Rusia, con duras penas que llegaban a la tortura y mutilación de los consumidores. Hoy en día está extendida por todo el mundo. 


El café tiene su origen en Etiopía, en el nororiente de África. Las tribus africanas molían los granos para elaborar una pasta con la que alimentaban a sus animales y que también tomaban los guerreros para aumentar su resistencia. Mas adelante se extendió a Arabia donde se hizo rápidamente popular debido a la prohibición del alcohol por el Islam. 

El café llegó a Europa en el año 1600 introducido por mercaderes venecianos. El primer occidental en describir la bebida fue Leonard Rauwolf que la definió así: “Una bebida tan negra como si fuera tinta y remedio contra todo tipo de males. Sus consumidores la toman por la mañana en una jarra de porcelana que pasa de mano en mano y de la que cada uno llena su propio vaso.” 

La bebida levantó tanta pasión que incluso una ley turca dictaba que una mujer podía divorciarse si su esposo no le proporcionaba una dosis diaria de café. En el año 1511, en La Meca, el emir Khair Bey empezó a estudiar sus características, ayudado por científicos y juristas, para decidir si el café se ajustaba a las normas del Corán. A raíz de esto, se prohibió su consumo pero su popularidad era tan grande que las autoridades terminaron cancelando el decreto de prohibición


Aconsejaron al Papa Clemente VIII prohibir su consumo pero Clemente después de probarlo quedó cautivado y para acallar las voces discordantes bautizó de manera simbólica la bebida para así hacerla aceptable para los católicos. 

Cuando el café empezó a popularizarse en Europa varios sacerdotes católicos prominentes intentaron que se prohibiera, alegando que era una bebida de Satanás y que representaba una amenaza ya que provenía del mundo musulmán. 

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