En Japón:
El culto al té ha jugado un importante papel en la vida del pueblo japonés durante más de cuatrocientos años, ya que tiene su origen en la edad media, nacido bajo la influencia del budismo zen.
Cha-no-yu, literalmente "agua caliente para el té", es una forma ritual de preparar té verde o matcha, influenciada por el budismo zen, sirviéndose a un pequeño grupo de invitados en un entorno tranquilo. Las reglas no son arbitrarias, sino que conforman una herramienta necesaria para entender la vida a través del té, buscando resaltar los valores humanos y elevar el espíritu.
Cha-ji alude a una ceremonia del té completa, incluyendo una frugal comida (kaiseki), té ligero (usucha) y té espeso (koicha), prolongándose aproximadamente cuatro horas.
Chakai (literalmente "cita del té") no incluye el kaiseki.
Quien realiza la ceremonia debe estar familiarizado con la producción y los tipos de té, además del kimono, la caligrafía, el arreglo floral, la cerámica, el incienso y un amplio abanico de disciplinas y artes tradicionales. Se realizan las prácticas de la ceremonia en el colegio, pero luego el estudio de las mismas toma muchos años, a menudo una vida completa. Incluso para participar como invitado en una ceremonia del té formal se requieren conocimientos de los gestos y posturas adecuados y las frases que se esperan, la manera apropiada de tomar el té y los dulces y la conducta general en la sala del té.
Armonía, reverencia, pureza y calma. Éstos son los cuatro elementos que representan la encarnación de la Ceremonia del Té en el Japón. El principio de la refinada sencillez enseñado por los antiguos maestros se observa estrictamente.
En China:
En china existe la ceremonia llamada Gong fu cha o Kung fu Tea
Es originaria de Fukien, la región productora por excelencia. Consiste en un símbolo de bienvenida y hospitalidad que se celebra sólo en las casas particulares, y constituye una manera altamente refinada de servir el té. Es un rico ejercicio espiritual con mucha poesía de vida y expresión estética, son pruebas diarias de tranquilidad, dominio, vigor espiritual y férrea voluntad. Desde 1368 hasta 1644 gobernó en China la dinastía Ming, la cual impuso la tradición de la ceremonia del té, al tiempo que impulsaba la fabricación de su famosa porcelana azul y blanca. El término “gongfu” denota la idea de la habilidad a partir de la práctica, es decir el hecho de aprender a través de la experiencia priorizada por sobre el estudio, y se refiere a la práctica seria de cualquiera de las formas de arte. La preparación del té de gongfu requiere paciencia, máxima atención al detalle, y, por supuesto, la práctica extensa, pero las recompensas son dignas del esfuerzo aplicado. Se utilizan las variedades de té negro y rojo, exclusivamente, debido a que las altas temperaturas que se necesitan para esta preparación, no favorecen a las variedades con menor fermentación.
El culto al té ha jugado un importante papel en la vida del pueblo japonés durante más de cuatrocientos años, ya que tiene su origen en la edad media, nacido bajo la influencia del budismo zen.
Cha-no-yu, literalmente "agua caliente para el té", es una forma ritual de preparar té verde o matcha, influenciada por el budismo zen, sirviéndose a un pequeño grupo de invitados en un entorno tranquilo. Las reglas no son arbitrarias, sino que conforman una herramienta necesaria para entender la vida a través del té, buscando resaltar los valores humanos y elevar el espíritu.
Cha-ji alude a una ceremonia del té completa, incluyendo una frugal comida (kaiseki), té ligero (usucha) y té espeso (koicha), prolongándose aproximadamente cuatro horas.
Chakai (literalmente "cita del té") no incluye el kaiseki.
Quien realiza la ceremonia debe estar familiarizado con la producción y los tipos de té, además del kimono, la caligrafía, el arreglo floral, la cerámica, el incienso y un amplio abanico de disciplinas y artes tradicionales. Se realizan las prácticas de la ceremonia en el colegio, pero luego el estudio de las mismas toma muchos años, a menudo una vida completa. Incluso para participar como invitado en una ceremonia del té formal se requieren conocimientos de los gestos y posturas adecuados y las frases que se esperan, la manera apropiada de tomar el té y los dulces y la conducta general en la sala del té.
Armonía, reverencia, pureza y calma. Éstos son los cuatro elementos que representan la encarnación de la Ceremonia del Té en el Japón. El principio de la refinada sencillez enseñado por los antiguos maestros se observa estrictamente.
En China:
En china existe la ceremonia llamada Gong fu cha o Kung fu Tea
Es originaria de Fukien, la región productora por excelencia. Consiste en un símbolo de bienvenida y hospitalidad que se celebra sólo en las casas particulares, y constituye una manera altamente refinada de servir el té. Es un rico ejercicio espiritual con mucha poesía de vida y expresión estética, son pruebas diarias de tranquilidad, dominio, vigor espiritual y férrea voluntad. Desde 1368 hasta 1644 gobernó en China la dinastía Ming, la cual impuso la tradición de la ceremonia del té, al tiempo que impulsaba la fabricación de su famosa porcelana azul y blanca. El término “gongfu” denota la idea de la habilidad a partir de la práctica, es decir el hecho de aprender a través de la experiencia priorizada por sobre el estudio, y se refiere a la práctica seria de cualquiera de las formas de arte. La preparación del té de gongfu requiere paciencia, máxima atención al detalle, y, por supuesto, la práctica extensa, pero las recompensas son dignas del esfuerzo aplicado. Se utilizan las variedades de té negro y rojo, exclusivamente, debido a que las altas temperaturas que se necesitan para esta preparación, no favorecen a las variedades con menor fermentación.
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