El café al instante fue uno de los mayores cambios en el café y en la manera en que se vendía, era por imbatible, por pura convivencia y precio, no por el gusto.
El ejército estadounidense requiso hasta el más mínimo grano producido durante la primera guerra mundial y se los proveía a las tropas en las trincheras.
Las tropas lo llamaban una “TAZA DE GEORGE”, en honor a George Washington, el inventor del
Primer proceso de fabricación del café instantáneo y por la compañía que fundó para producirlo, la G. Washington Coffee Company.