martes, 5 de junio de 2012

Mucho más que una bebida



El café es sin duda uno de los productos más apasionantes que existen. En primer lugar, tiene un inmenso impacto social, puesto que millones de personas en decenas de países viven de su cultivo. Este impacto, sin embargo, no se limita al mundo de los productores del grano. Los consumidores, que están en casi todos los países del mundo, realizan sus actividades sociales alrededor de una taza de café.

Alrededor del mundo, y en función de diferentes contextos históricos y sociales se desarrollaron diversas formas de preparar café y diferentes ritos y costumbres para consumirlo.  El hecho de ser una bebida que se consume en eventos sociales, con familiares y amigos o en el trabajo, también ha vinculado el café con la política, vinculando al producto a diversos acontecimientos de singular importancia.

Por otra parte, el hecho de que millones de agricultores de las zonas tropicales y subtropicales en el mundo estén vinculados al café hace que las formas y rentabilidad de su cultivo se constituyan en elementos claves de la conservación del medio ambiente. Adicionalmente hace que el cultivo, por su contexto económico y social sea uno de los productos en los que los ambientalistas más se interesan.

Bien vale la pena destacar que el café es uno de los productos que, por vocación, ha sido de los primeros en ser globalizado. Se puede decir que, al sólo cultivarse en zonas tropicales, y ser mayoritariamente consumido en países desarrollados, tempranamente se convirtió junto con el petróleo en uno de los productos básicos de mayor importancia en el comercio internacional. Desde el punto de vista del intercambio comercial de los países del Norte con los países del Sur, y en la medida en que los primeros no lo producen, las restricciones arancelarias a la  importación del café como materia prima fueron menores que las de otros productos agrícolas, favoreciendo la globalización de su comercio en los siglos XIX y XX.

La importancia del cultivo, y la diversidad de los sistemas de producción y los países productores de todos los continentes también favorecieron la generación de una serie de instituciones nacionales e internacionales alrededor del café. El café sin duda es uno de los productos que más lecciones ha dejado desde el punto de vista del análisis de disciplinas que valoran la economía institucional.

Se trata pues de una bebida multifacética. Pero quizá  lo que la hace más interesante, es que detrás de una taza de café hay un esfuerzo, un trabajo y dedicación, una cultura y oferta ambiental especial que la hacen única. Una cantidad cada vez más grande de consumidores son conscientes de que detrás de cada taza de café existe un origen.

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