¿Un café de estiércol del gato de algalia? Esa es una noticia vieja. La gran historia estos días es un café hecho con granos que han sido excretados por elefantes.
Al menos eso es lo que prometen los hoteles Anantara, en Tailandia, los cuales recolectan sus propios granos del campo de elefantes ubicado detrás del resort Triángulo de Oro, en Chiang Rai.
“Investigaciones indican que durante la digestión, las encimas del elefante descomponen la proteína del café”, informa el hotel a través de un comunicado. “Ya que la proteína es una de las responsables de la amargura del café, menos proteína significa menos sabor amargo”.
Pero probar un café menos amargo tiene su precio. El Marfil Negro, como se le llama a este café, cuesta 1,100 dólares el kilo y 50 dólares una taza, lo que lo convierte en uno de los más caros del mundo.
En comparación, la taza de café del gato de algalia –el cual es hecho con el mismo concepto: el animal se come el café y descompone la proteína con la digestión– cuesta entre 500 y 600 dólares por kilo y 30 por taza.
Por ahora, Marfil Negro sólo está disponible en los cuatro hoteles Anantara, en las Maldivas, así como en el Triángulo de Oro, en el norte de Tailandia.
Anantara dice que el proceso comienza por seleccionar las cerezas Thai Arábica –los granos están adentro– que han sido recogidas a una altura de 1,500 metros. Los elefantes las comen de buena gana antes de digerirlos y excretarlos, como dicta la naturaleza.
Los granos individuales son recolectados por los entrenadores de los elefantes y sus esposas, después son secados al sol.
El refinamiento del café se lleva a cabo en la Fundación Asiática del Elefante Triángulo de Oro, en Anantara, es decir, un campo ubicado en el hotel.
La fundación ha rescatado hasta la fecha a 30 elefantes callejeros junto son sus entrenadores y familias; 8 % de las ganancia del café son donadas a la fundación.
La pregunta obvia de todo esto es. ¿No es peligroso que un grupo de elefantes se haga adicto a la cafeína?
El director del área de elefantes en Anantara, John Roberts, trató el asunto recientemente en su blog, al decir que al principio le preocupaba la idea. Se preguntaba "¿qué vamos a hacer con 26 elefantes sin café, o, por decirlo de otra forma, conmigo antes del ristretto de cada mañana. ¿Qué vamos a hacer con 26 elefantes de mal temperamento porque no han tomado su café?".
“Bueno, aprendí que la cafeína del grano de café que se compra hay que calentarla por encima de los 70 grados centígrados”.
¿Pagarías 1,100 dólares por un kilo de café sacado del excremento de los elefantes? ¿Por café de excremento del gato de algalia? Comparte tus comentarios al respecto.
Al menos eso es lo que prometen los hoteles Anantara, en Tailandia, los cuales recolectan sus propios granos del campo de elefantes ubicado detrás del resort Triángulo de Oro, en Chiang Rai.
“Investigaciones indican que durante la digestión, las encimas del elefante descomponen la proteína del café”, informa el hotel a través de un comunicado. “Ya que la proteína es una de las responsables de la amargura del café, menos proteína significa menos sabor amargo”.
Pero probar un café menos amargo tiene su precio. El Marfil Negro, como se le llama a este café, cuesta 1,100 dólares el kilo y 50 dólares una taza, lo que lo convierte en uno de los más caros del mundo.
En comparación, la taza de café del gato de algalia –el cual es hecho con el mismo concepto: el animal se come el café y descompone la proteína con la digestión– cuesta entre 500 y 600 dólares por kilo y 30 por taza.
Por ahora, Marfil Negro sólo está disponible en los cuatro hoteles Anantara, en las Maldivas, así como en el Triángulo de Oro, en el norte de Tailandia.
Anantara dice que el proceso comienza por seleccionar las cerezas Thai Arábica –los granos están adentro– que han sido recogidas a una altura de 1,500 metros. Los elefantes las comen de buena gana antes de digerirlos y excretarlos, como dicta la naturaleza.
Los granos individuales son recolectados por los entrenadores de los elefantes y sus esposas, después son secados al sol.
El refinamiento del café se lleva a cabo en la Fundación Asiática del Elefante Triángulo de Oro, en Anantara, es decir, un campo ubicado en el hotel.
La fundación ha rescatado hasta la fecha a 30 elefantes callejeros junto son sus entrenadores y familias; 8 % de las ganancia del café son donadas a la fundación.
La pregunta obvia de todo esto es. ¿No es peligroso que un grupo de elefantes se haga adicto a la cafeína?
El director del área de elefantes en Anantara, John Roberts, trató el asunto recientemente en su blog, al decir que al principio le preocupaba la idea. Se preguntaba "¿qué vamos a hacer con 26 elefantes sin café, o, por decirlo de otra forma, conmigo antes del ristretto de cada mañana. ¿Qué vamos a hacer con 26 elefantes de mal temperamento porque no han tomado su café?".
“Bueno, aprendí que la cafeína del grano de café que se compra hay que calentarla por encima de los 70 grados centígrados”.
¿Pagarías 1,100 dólares por un kilo de café sacado del excremento de los elefantes? ¿Por café de excremento del gato de algalia? Comparte tus comentarios al respecto.
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