Una humeante taza de café no es la única manera de deleitarse de tan robustos granos. Aprovéchalo sabor para enriquecer platillos y bebidas.
El café hace mucho más que espabilarte. Ayuda a evitar el cáncer de próstata y el mal de Alzheimer, disminuye el riesgo de contraer diabetes y puede promover la pérdida de peso. Aprovecha su robusto sabor para enriquecer estos platillos y bebidas.
Desayuno
Jamón con gravy matutino
Con café puedes convertir una rodaja de jamón en un desayuno al estilo del sur de Estados Unidos. El cerdo suaviza lo amargo de la bebida.
Cómo hacerlo
Fríe en una sartén el jamón cortado en rebanadas gruesas hasta dejarlas ligeramente doradas. Sepáralas en un plato. Añade café recién preparado a la sartén (la misma cantidad que haya de grasa). Cocina a fuego lento, raspando los pedacitos pegados, entre cinco y 10 minutos hasta que la salsa espese. Sirve la salsa sobre el jamón con huevos fritos y pan integral tostado.
Cena
Carne al café
Las notas terrosas y de maderas del café acompañan bien algunos tipos de carne, especialmente el cordero, la res y el bisonte. Pete Licata, el campeón del concurso USA Barista, sugiere esta marinada con base en café.
Cómo hacerlo
Mezcla media taza de café cargado con el jugo de un limón y media naranja, más una cucharadita de salsa picante sriracha (tailandesa), otra de aceite de canola y cilantro picado. Añade un poco de canela, comino, sal y pimienta al gusto. Sumerge algo como medio kilo de carne por 12 horas antes de cocinarla.
Postre
Affogato
Para darle un gran final a tu cena romántica, sirve unas bolas de helado de vainilla con unos toques de expreso fresco encima. Crearás un asombroso maridaje entre caliente y frío, combinado con dulce y amargo.
Cómo hacerlo
Si no tienes una máquina para expreso, prepara el café más cargado que puedas. (Una cafetera italiana* hace una bebida excepcionalmente fuerte.) Coloca una bola grande de helado de vainilla en un tazón o en un vaso ancho y corto, y vierte un cuarto de taza de café caliente por encima. Sírvelo de inmediato.
El café hace mucho más que espabilarte. Ayuda a evitar el cáncer de próstata y el mal de Alzheimer, disminuye el riesgo de contraer diabetes y puede promover la pérdida de peso. Aprovecha su robusto sabor para enriquecer estos platillos y bebidas.
Desayuno
Jamón con gravy matutino
Con café puedes convertir una rodaja de jamón en un desayuno al estilo del sur de Estados Unidos. El cerdo suaviza lo amargo de la bebida.
Cómo hacerlo
Fríe en una sartén el jamón cortado en rebanadas gruesas hasta dejarlas ligeramente doradas. Sepáralas en un plato. Añade café recién preparado a la sartén (la misma cantidad que haya de grasa). Cocina a fuego lento, raspando los pedacitos pegados, entre cinco y 10 minutos hasta que la salsa espese. Sirve la salsa sobre el jamón con huevos fritos y pan integral tostado.
Cena
Carne al café
Las notas terrosas y de maderas del café acompañan bien algunos tipos de carne, especialmente el cordero, la res y el bisonte. Pete Licata, el campeón del concurso USA Barista, sugiere esta marinada con base en café.
Cómo hacerlo
Mezcla media taza de café cargado con el jugo de un limón y media naranja, más una cucharadita de salsa picante sriracha (tailandesa), otra de aceite de canola y cilantro picado. Añade un poco de canela, comino, sal y pimienta al gusto. Sumerge algo como medio kilo de carne por 12 horas antes de cocinarla.
Postre
Affogato
Para darle un gran final a tu cena romántica, sirve unas bolas de helado de vainilla con unos toques de expreso fresco encima. Crearás un asombroso maridaje entre caliente y frío, combinado con dulce y amargo.
Cómo hacerlo
Si no tienes una máquina para expreso, prepara el café más cargado que puedas. (Una cafetera italiana* hace una bebida excepcionalmente fuerte.) Coloca una bola grande de helado de vainilla en un tazón o en un vaso ancho y corto, y vierte un cuarto de taza de café caliente por encima. Sírvelo de inmediato.
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