"No necesitas ser un experto para preparar un delicioso café en casa. Basta con una taza, un filtro con forma de cono y una técnica depurada para hacer que el sabor de los granos de café llenen tu pala dar", asegura el barista Campeón Mundial de 2010, Michael Phillips, del Chicago Intelligentsia Coffe & Tea. Sigue sus recomendaciones.
Los granos
"El café comienza a perder sabor desde que se tuesta. Así que, cuando vayas a comprarlos, elige los más frescos que puedas conseguir", advierte Phillips. "Si la bolsa no tiene fecha de tueste, quizá se deba a que el productor no quiere que lo sepas". Busca un vendedor local o uno que sea artesanal. Los aficionados a veces prefieren bebidas de un solo origen, pero las mezclas ofrecen mejor sabor y consistencia. Combina granos de diferentes regiones, el tostado le resta importancia a los sabores y aumenta las cualidades de cada grano.
El molino
Exponer los granos al oxígeno del ambiente destruye los aceites volátiles que le dan sabor al café. Por tanto, después de comprar los granos, muélelos tú mismo. Pero no uses un molino para especias, porque los tritura de forma poco uniforme y no te permitirá aprovechar el grano de café por completo. Una máquina especial pulveriza el grano de manera uniforme conservando todos sus elementos.
Filtración
"El mejor sabor que puedas encontrar proviene de usar un simple filtro cónico de papel", asegura Phillips. Además, es sencillo de limpiar.
Prepara el café como un barista
1 Calienta el agua
El agua hirviendo puede dañar los granos de café, pero si está poco caliente no afectará su sabor. La temperatura ideal es 93 ¡C (con una variación posible de unos cinco grados, arriba o abajo). Para lograr ese parámetro, hierve el agua y déjala enfriar durante 30 o 60 segundos.
2 Prepara el filtro
Agrega el agua hirviendo sobre el filtro seco para humedecerlo y lavar las fibras sueltas que pueden alterar el sabor de tu café. Luego elimina todo el exceso de agua del cono, simplemente sacúdelo, y luego colócalo sobre la taza.
3 Prepáralo
Añade al filtro dos cucharadas copeteadas de café. Luego, de forma gradual, añade el agua caliente pero sólo hasta que cubra el café. Deja reposar de 60 a 90 segundos. Luego, vacía lentamente el agua restante comenzando por en medio del cono, en círculos hacia afuera.
Los granos
"El café comienza a perder sabor desde que se tuesta. Así que, cuando vayas a comprarlos, elige los más frescos que puedas conseguir", advierte Phillips. "Si la bolsa no tiene fecha de tueste, quizá se deba a que el productor no quiere que lo sepas". Busca un vendedor local o uno que sea artesanal. Los aficionados a veces prefieren bebidas de un solo origen, pero las mezclas ofrecen mejor sabor y consistencia. Combina granos de diferentes regiones, el tostado le resta importancia a los sabores y aumenta las cualidades de cada grano.
El molino
Exponer los granos al oxígeno del ambiente destruye los aceites volátiles que le dan sabor al café. Por tanto, después de comprar los granos, muélelos tú mismo. Pero no uses un molino para especias, porque los tritura de forma poco uniforme y no te permitirá aprovechar el grano de café por completo. Una máquina especial pulveriza el grano de manera uniforme conservando todos sus elementos.
Filtración
"El mejor sabor que puedas encontrar proviene de usar un simple filtro cónico de papel", asegura Phillips. Además, es sencillo de limpiar.
Prepara el café como un barista
1 Calienta el agua
El agua hirviendo puede dañar los granos de café, pero si está poco caliente no afectará su sabor. La temperatura ideal es 93 ¡C (con una variación posible de unos cinco grados, arriba o abajo). Para lograr ese parámetro, hierve el agua y déjala enfriar durante 30 o 60 segundos.
2 Prepara el filtro
Agrega el agua hirviendo sobre el filtro seco para humedecerlo y lavar las fibras sueltas que pueden alterar el sabor de tu café. Luego elimina todo el exceso de agua del cono, simplemente sacúdelo, y luego colócalo sobre la taza.
3 Prepáralo
Añade al filtro dos cucharadas copeteadas de café. Luego, de forma gradual, añade el agua caliente pero sólo hasta que cubra el café. Deja reposar de 60 a 90 segundos. Luego, vacía lentamente el agua restante comenzando por en medio del cono, en círculos hacia afuera.
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